En ocasiones nos encontramos a pacientes confusos ya que unos profesionales les han recomendado que se coloquen los implantes dentales antes de la ortodoncia, otros les dicen que después y algunos dicen que hay que colocarlos durante la ortodoncia.

¿Cómo es posible que haya tantas opiniones tan diferentes?

Ante esta pregunta nosotros queremos hacer una aclaración: Cada paciente debe ser tratado de forma única, por lo tanto, la respuesta a la pregunta

¿Colocamos los implantes antes o después de la ortodoncia?

Dependerá de cada caso concreto.

Cuando un paciente acude por primera vez a clínica, es imprescindible valorarlo de una manera global, teniendo en cuenta las diferentes disciplinas involucradas en su tratamiento. Ya que, en muchas ocasiones, un problema dental, no puede solucionarse de forma correcta solo con implantes o solo con ortodoncia.

Cuando en un tratamiento dental intervienen diferentes especialidades lo llamamos tratamiento multidisciplinar. Y para lograr el éxito en este tipo de tratamientos es muy importante que los profesionales que te atiendan, aun que tengan una especialidad, controlen el resto de las especialidades de la odontología, ya que todas las actuaciones dentro de un tratamiento multidisciplinar deben ir coordinadas y secuenciadas de forma correcta. Y por eso ha de existir una buena planificación y comunicación entre el equipo de profesionales implicados.

Así las fases de un TRATAMIENTO MULTIDISCIPLINAR deberían ser:

1.- Diagnóstico: Se trata de estudiar y elaborar un plan común en el que participen todos los profesionales implicados en el tratamiento multidisciplinar. Sentarse y ver el caso concreto para decidir el momento idóneo para realizar cada tratamiento.
2.- Fase higiénica: antes de empezar cualquier tratamiento, el paciente debe tener una correcta salud bucodental. Si el paciente presenta problemas periodontales o de encías o caries, habrá que sanear. Y, en caso necesario extraer los dientes que sean insalvables o que sea necesaria su extracción para realizar el tratamiento de ortodoncia.
Tras todo esto podremos comenzar el tratamiento de ortodoncia o de implantes según el caso.

¿Por cual empezar?

Dependerá de varios factores. 

Hay casos en los que puede ser necesaria la intervención del implantólogo antes de la colocación de la ortodoncia, cuando, por ejemplo, el paciente tiene muchas ausencias dentales y es necesario que esas piezas estén en boca para poder hacer los movimientos de ortodoncia que sean necesarios.

En otros casos, la colocación del implante será el último paso.

Los dientes naturales, sufren movimientos con el paso del tiempo, a diferencia de los implantes que permanecen en el mismo lugar, por eso, colocarlos al finalizar del tratamiento de ortodoncia en muchas ocasiones es lo idóneo, ya que hace que estén adaptados en la situación “ideal” de los dientes del paciente.

Cuando por el contrario, un paciente sufre apiñamiento o mala oclusión y sin realizar un tratamiento de ortodoncia se le colocan directamente los implantes, la prótesis que se haga tendrá una dimensión adaptada al espacio que se tiene. Por tanto, si el paciente quisiera realizarse posteriormente un tratamiento de ortodoncia para solucionar su apiñamiento o mala oclusión, habría que estar limitados por el espacio que nos permitan los implantes, y tras realizar los movimientos de ortodoncia lo normal sería que tuviéramos que sustituir la prótesis de origen, ya que la dirección de los dientes cambiaría.

También hay casos puntuales, en los que, aunque falte una pieza dental no es necesario poner un implante, ya que el ortodoncista puede reorganizar los dientes de la arcada y distribuirlos para cerrar los espacios.

Y en aquellos casos en los que el paciente en algún momento de su vida se ha colocado un implante y posteriormente decide ponerse ortodoncia, no habrá en principio ningún problema, lo único será tener en cuenta que, como hemos avanzado, los implantes dentales no se mueven y por tanto será necesario planificar los movimientos del tratamiento de ortodoncia en torno al implante o implantes del paciente.

Así como vemos, hay muchos factores que pueden variar y por lo tanto habrá que estar al caso concreto.